jueves, 13 de abril de 2017

El desapego como independencia emocional



El Desapego, también expresado como "No-apego", es el estado en el que una persona supera su lazo de unión al deseo por las cosas, personas u objetos existentes consiguiendo una perspectiva más elevada.


La palabra desapego, entendida dentro del contexto del crecimiento personal, supone un gran valor interior que todos deberíamos aprender a desarrollar.

Practicar el desapego no significa en absoluto desprendernos de todo aquello que nos es importante, rompiendo vínculos afectivos o relaciones personales con quienes forman parte de nuestro circulo personal. Significa involucrarnos en las cosas desde un punto de vista más equilibrado y saludable, liberándonos a su vez de esos excesos que nos ponen cadenas y que nos amarran. Que nos cortan las alas.

No es saludable estar apegado a nada ni a nadie, el apego a las cosas materiales y a las personas, es un estancamiento de  energía.




La causa del apego.

Por miedo a estar solos, por miedo a enfermar, por miedo a expresar lo que sentimos de todo corazón, por miedo a los juicios, por miedo a la sociedad, etc… Afirmo que solamente por miedo, nos apegamos.


¿A que nos apegamos?

A las emociones: Es tan fácil apegarse a aquello que nos da seguridad, aquello que nos hace sentir llenos, a las emociones beneficiosas, etc. También es común apegarse al dolor, a la tristeza, a la miseria, a la desdicha, a las emociones dañinas.

A lo negativo: Parece incomprensible que sea así, pero hay quien se apega a lo negativo, a aquello que sabe que no le beneficia y está ahí, creando un lazo o un patrón de comportamiento repetitivo y doloroso para su vida y sobre todo para su corazón.

A las cosas materiales: Con relación a tu casa, hay que repasar lo que guardas, por ejemplo, si hay ropa que hace tiempo que no te pones, cosas que ya no utilizas o que ya no necesitas, o alimentos que guardas porque si, ahora es tiempo de ordenar y soltar. Céntrate en aquello que quieres y en aquello que no quieres para ti. Una vez comiences a desapegarte de aquello que es viejo, se inicia un cambio de frecuencia que te abre a cosas nuevas.

A las relaciones: En cuanto a las personas, a las relaciones, pasa lo mismo, no nos lleva a ninguna parte ser dependientes. Si convives con personas que ya no admiras o que ya no sientes lo mismo que sentías, es mejor y más honesto, cerrar este capítulo, aunque sientas dolor y gratitud por todo aquello que has aprendido.


¿ Cómo podemos desapegarnos?

Desapegarse no implica distancia emocional o frialdad. El desapego es una forma sana de relacionarse donde uno no se inmola por el otro, o más bien por la fantasía de poder que tiene sobre el otro. Para racionalizar esta situación, debemos ser conscientes de la realidad : nadie tiene el poder de hacernos felices. Nadie tiene en sus manos nuestro propio destino. Cuando somos conscientes de esa realidad, abrimos las puertas al desapego.

Ser afectivamente libres, significa amar sin poseer, sin oprimir. El individuo que decide romper con la adicción a su pareja entiende que desligarse psicológicamente no es fomentar la frialdad afectiva, porque la relación interpersonal nos hace humanos.  No podemos vivir sin afecto, nadie puede hacerlo, pero sí podemos amar sin esclavizarnos. Una cosa es defender el lazo afectivo y otra muy distinta ahorcarse con él.





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