El Desapego, también expresado como
"No-apego", es el estado en el que una persona supera su lazo de
unión al deseo por las cosas, personas u objetos existentes consiguiendo una
perspectiva más elevada.
La
palabra desapego, entendida dentro del contexto del crecimiento personal,
supone un gran valor interior que todos deberíamos aprender a desarrollar.
Practicar
el desapego no significa en absoluto desprendernos de todo aquello que nos es
importante, rompiendo vínculos afectivos o relaciones personales con quienes
forman parte de nuestro circulo personal. Significa involucrarnos en las cosas desde un punto de vista más
equilibrado y saludable, liberándonos a su vez de esos excesos
que nos ponen cadenas y que nos amarran. Que nos cortan las alas.
No es
saludable estar apegado a nada ni a nadie, el apego a las cosas materiales y a
las personas, es un estancamiento de energía.
La causa
del apego.
Por miedo
a estar solos, por miedo a enfermar, por miedo a expresar lo que sentimos de
todo corazón, por miedo a los juicios, por miedo a la sociedad, etc… Afirmo que
solamente por miedo, nos apegamos.
¿A que
nos apegamos?
A las
emociones: Es tan fácil apegarse a aquello que nos da seguridad,
aquello que nos hace sentir llenos, a las emociones beneficiosas, etc. También
es común apegarse al dolor, a la tristeza, a la miseria, a la desdicha, a las
emociones dañinas.
A lo
negativo: Parece incomprensible que sea así, pero hay quien se apega
a lo negativo, a aquello que sabe que no le beneficia y está ahí, creando un
lazo o un patrón de comportamiento repetitivo y doloroso para su vida y sobre
todo para su corazón.
A las
cosas materiales: Con relación a tu casa, hay que repasar lo que guardas,
por ejemplo, si hay ropa que hace tiempo que no te pones, cosas que ya no
utilizas o que ya no necesitas, o alimentos que guardas porque si, ahora es
tiempo de ordenar y soltar. Céntrate en aquello que quieres y en aquello que no
quieres para ti. Una vez comiences a desapegarte de aquello que es viejo, se
inicia un cambio de frecuencia que te abre a cosas nuevas.
A las
relaciones: En cuanto a las personas, a las relaciones, pasa lo mismo,
no nos lleva a ninguna parte ser dependientes. Si convives con personas que ya
no admiras o que ya no sientes lo mismo que sentías, es mejor y más honesto,
cerrar este capítulo, aunque sientas dolor y gratitud por todo aquello que has
aprendido.
¿ Cómo
podemos desapegarnos?
Desapegarse
no implica distancia emocional o frialdad. El desapego es una forma sana de
relacionarse donde uno no se inmola por el otro, o más bien por la fantasía de
poder que tiene sobre el otro. Para racionalizar esta situación, debemos ser conscientes de la
realidad : nadie tiene el poder de hacernos felices. Nadie tiene en sus manos
nuestro propio destino. Cuando somos conscientes de esa realidad, abrimos
las puertas al desapego.
Ser
afectivamente libres, significa amar sin poseer, sin oprimir. El
individuo que decide romper con la adicción a su pareja entiende que desligarse
psicológicamente no es fomentar la frialdad afectiva, porque la relación
interpersonal nos hace humanos. No podemos vivir sin afecto, nadie puede
hacerlo, pero sí podemos amar sin esclavizarnos. Una cosa es defender el lazo
afectivo y otra muy distinta ahorcarse con él.
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